CONGRESO ACE-A y AAEC

 Málaga, 14 al 16 de noviembre

Siempre es fecunda la celebración de la palabra que pone fin a la infertilidad de los silencios. Porque la palabra es el sello que signa y define al ser humano por antonomasia; y cuanto más creativa, cuanto más fraguada en el tas de la imaginación, mayor también es la capacidad de trascendernos, de interpretar aquello que se revela visible a través de la introspección, en la indagación del pensamiento.

La poesía andaluza irradia un halo poderoso de lucidez y de belleza, identificable y diferente, tachonado de sinestésicas imágenes, acrisolado por la intensidad de las emociones, penetrable en la virtualidad de su armonía. No hay más que evocar el sonido áureo de sus nombres; ese eco que sigue destilando los aromas más delicados, las pasiones más candentes, los misterios menos accesibles.

Acercarse a la poesía andaluza exige un adiestramiento arduo, un instinto señero, un carácter próvido. No es fácil aprehender toda esa luz deslumbradora, adentrarse en la magia que no se presiente, comprender esas voces que parecen advenidas de espacios imposibles. Lo afirmaba Walt Whitman y nuestra acción pretende refrendarlo, porque no dejamos de creer que la palabra y la poesía pueden cambiar el mundo.

Manuel Gahete

Presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España, sección autónoma de Andalucía.